domingo, 21 de abril de 2013

Primer sueño: mi vida como india



Llevo muchos años soñando con una vida pasada en la que fui india, y hoy voy a explicar mi primer sueño.

Sueño que estoy bañando mis pies en la orilla de un río, y de pronto veo mi reflejo en el agua. No sé cómo he llegado allí, me duele mucho la cabeza, así que me arrodillo y me lavó la cara. De mi cabeza mana un chorro de sangre, estoy muy agitada, tengo miedo, no hago más que mirar hacia atrás. Entonces me miro en el río, y cuál es mi sorpresa: mi cabello es rojo, y mis ojos son verdes oscuros; mi tez es morena y mi nariz larga, mis labios son rojos. Tengo aspecto de ser mestiza. Me fijo en la herida de la cabeza; ya no sangra. Mis dedos son muy largos, y mis brazos más. Mis piernas también, y mis pechos se están formando todavía. Me pongo de pie y soy bastante alta.

Aún estoy un poco mareada del golpe, y entonces veo que se acerca hacia mí una mujer de cabello blanco, tez oscura y ojos negros, pequeños, nariz chata. Su cara está muy arrugada, pero su expresión es de ternura, y me llama Gacela del Viento. Ella es Susurro del Aire, pero hablamos en otro idioma que desconozco cuál es, pero que hablo fluidamente en el sueño. Ella trae unas hierbas que me coloca en la herida. Nos miramos a los ojos, y en ese mismo instante aparecen muchos indios a caballo.

Uno de ellos, muy alto, clava sus ojos sobre los míos, unos ojos tremendamente azules. Estos ojos ya los he visto en otro sueño (en ese momento sé que estoy soñando). En todos mis sueños, desde mi infancia, siempre sueño con este señor: los mismos ojos, la misma cara, diferente apariencia. Aunque las otras personas no lo ven como lo veo yo. Otro de los indios me sube a su caballo, está muy enfadado. Ahora me acuerdo: estaba huyendo, sólo tengo 12 años, y este hombre es mi marido. No me gusta, a mí me gusta el de los ojos azules, pero el jefe de la tribu ha decidido casarme con este indio.

Me lleva a su tienda y me fuerza, yo quedo inconsciente, y en mi desmayo tengo una visión en que aparece una manada de lobos gobernada por una loba blanca, enorme y con los ojos azules, que se acerca a mí pacíficamente, y me mira profundamente; en ese momento recupero la conciencia. Le cuento a Susurro del aire mi visión. Ella se queda un momento en silencio y sale de mi tienda. Va a hablar con el jefe de la tribu. Aunque no sé de lo que hablaron, al día siguiente me llevó a su tienda. El jefe le había dado permiso, y había anulado mi matrimonio.

Susurro del aire me dice que yo no soy su nieta, que soy un espíritu del pasado que vive en el cuerpo de ella, y que esto no es un sueño. En ese momento despierto.